Desafiar construye la autoeficacia. Cuando los niños se desafían a sí mismos, empiezan a creer en sus propias capacidades para superar situaciones.
Una estructura familiar amigable con miembros cariñosos, afectuosos, solidarios, alentadores, amables y cálidos es el resultado de una crianza exitosa.
Al criar a un niño, los padres enfrentan muchos desafíos, como la falta de sueño, la presión social, la influencia externa, el equilibrio entre libertad y control, etc.