El TLP no se atribuye únicamente a mala crianza. Es una condición multifactorial que involucra factores genéticos, biológicos y ambientales. Aunque las experiencias de la infancia influyen, muchos otros factores intervienen en la formación del TLP.
Cuatro patrones comunes en madres con TLP son: Identificaron cuatro arquetipos:
1. Waif: pasivo, dependiente.
2. Ermitaño – tímido, asustado.
3. Reina: controladora, autoritaria.
4. Bruja – vengativa.
Estas categorías no son diagnósticos clínicos pero sirven para describir diferentes formas de TLP en las relaciones maternas.
Se sabe que muchos de los síntomas del TLP disminuyen a medida que la persona envejece. Se sabe que la impulsividad y las fluctuaciones emocionales de la mayoría de las personas disminuyen con la edad. Sin embargo, esto no es universal. Si bien algunos pueden permanecer en ese estado, otros pueden mejorar su forma de manejar las situaciones a través de la terapia y los acontecimientos de la vida.